Oliviero Toscani, el origen de la controversia

Esta semana (Noviembre, 2011) estuvo marcada por la polémica campaña dada a conocer por la marca de ropa italiana Benetton denominada 'Unhate' en donde se muestra a varios líderes del mundo dandose un beso, lo cual por supuesto ha desatado reacciones, la mayoría en contra al grado de haber recibido la compañía amenazas de demandas, descalificaciones, entre otras.

Sin embargo y al parecer debido a que nos encontramos en una época en la que la información se transmite de una manera estrepitosa, poco se ha hecho referencia a que no es la primera vez que la marca ha lanzado campañas sumamente controversiales, en particular por el poco contexto que une a los mensajes que se dan a conocer con los productos que ofrece la compañía.

Además, el origen de esta controversia tiene un nombre, el iniciador de estas tendencias publicitarias que han acampañado a la marca de ropa desde la década de los 80's: Oliviero Toscani. Fotógrafo de profesión, de origen italiano, creador de los anuncios 'United Colors of Benetton' con claras referencias a problemas sociales como el racismo, enfermedades terminales, así como al nacimiento y a la muerte.

En este punto, probablemente recuerdes su uno de sus últimos trabajos en el que incluyó a la fallecida modelo Isabelle Caro.

Ahora, desde mi punto de vista si existe una diferencia entre las campañas de Toscani y la más reciente a cargo de Carlo Cavallone y Eric Ravelo y es que en las primeras se lanza un mensaje sobre un tema para posteriormente ser interpretado por cada persona según su perspectiva (creencias, cultura, modo de vida, etc.) y en 'Unhate' se deja poco margen a la interpretación ofreciendo un contexto muy limitado al grado de hacerlo parecer un ataque frontal.

De cualquier modo la campañía ha logrado una cosa, llamar la atención del público, la mitad del trabajo esta hecha, ahora solo habrá que esperar los resultados.

Para visitar un reportaje hecho por el periódico español El mundo sobre Oliviero Toscani sigue el enlace.

Reportaje | Oliviero Toscani, irreverente hasta el final